Ya sea porque uno siempre cometerá
errores al momento de diseñar un producto, brindar un servicio o atender un
cliente, o simplemente porque siempre habrá clientes exigentes a los que nada
les satisface, en todo negocio siempre habrá quejas o reclamos por parte del
cliente y con ello la necesidad de saber manejarlas.
Una queja o
reclamo mal manejada no solo podría significar un cliente menos, sino también
un cliente que cuenta su mala experiencia a otros consumidores; mientras que
una queja o reclamo bien manejada podría significar una oportunidad para saber
en qué estamos fallando o podemos mejorar, y para reforzar nuestra relación con
el cliente haciéndolo sentir útil y yendo más allá de sus expectativas.
Este artículo te mostraremos paso por paso cómo manejar las
quejas o reclamos del cliente de tal manera que evites que estas lleguen a ser
un problema y más bien las conviertas en una oportunidad.
1. Afronta rápidamente el problema
Ante una queja o reclamo por parte del
cliente lo primero que debes hacer es afrontar el problema y atender la queja o
reclamo lo más pronto posible.
Si un cliente se te acerca con una queja o
reclamo procura dejar de hacer lo que estés haciendo y atiéndelo, si te envía
una queja o reclamo a través de un correo electrónico, no dejes pasar mucho
tiempo para responderlo aún cuando no tengas una solución para el problema, y
si has cometido un error, no esperes a que el cliente te lo haga saber, sino
anticípate a su queja o reclamo, y acércate o comunícate con él.
Afrontar rápidamente el problema te
permitirá demostrarle al cliente tu interés por ayudarlo, y así apaciguarlo, y
evitar que este se pueda enojar más al tener que esperar para ser atendido, y
así que se empeore la situación.
2.
Escucha atentamente
Una vez que has afrontado rápidamente el
problema, escucha atentamente al cliente manifestar su queja o reclamo sin
interrumpirlo o cortarlo.
Escuchar atentamente al cliente sin
interrumpirlo o cortarlo hasta que termine de manifestar su queja o reclamo, no
solo te permitirá entender bien el problema, sino también saber en qué estás
fallando o puedes mejorar, y sobretodo demostrar tu interés por su situación y
por ayudarlo, y así también apaciguarlo.
En cambio, si estás distraído mirando a
otro lado o lo interrumpes o cortas antes de que termine de manifestar su queja
o reclamo, no solo no entenderás bien el problema, sino que también lo harás
enojar más ya que verá que no le estás prestando atención.
3. Muestra aprobación
Una vez que has escuchado atentamente al
cliente manifestar su queja o reclamo, muestra aprobación por lo que te acaba
de decir.
Evita hacer gestos de fastidio o de
desaprobación aún cuando consideres que no tiene la razón, y limítate a asentir
con la cabeza y a hacer las preguntas que, además de permitirte asegurarte de
que has comprendido bien el problema, te permitan demostrar tu interés por su
caso y por ayudarlo, y así también calmarlo.
Mostrar aprobación te permitirá hacerle saber al cliente que has
comprendido el motivo de su queja o reclamo y que la consideras válida; sin
embargo, ten en cuenta que todas las quejas o reclamos no siempre serán
válidas, y que en ocasiones tendrás que hacerle saber amablemente que esta vez
no tiene la razón.
4. Ofrece disculpas
Una vez que has mostrado aprobación por la
queja o reclamo que te ha manifestado el cliente, ofrécele las disculpas del
caso.
Para ofrecerle disculpas al cliente podrías
usar frases como “le ruego que nos disculpe” o “le agradezco que nos haya
manifestado su queja”, y a continuación, de ser necesario, darle una breve
excusa por lo sucedido y prometerle que nunca más volverá a pasar.
Ofrecer disculpas te permitirá hacerle
saber al cliente que aceptas tu error y que lo lamentas; sin embargo, ten en
cuenta que en caso de que el problema haya sido solo un malentendido, basta con
que le des las explicaciones del caso.
5. Comunica cómo vas a solucionar el problema
Una vez que has ofrecido disculpas,
comunícale al cliente las medidas inmediatas que vas a tomar para solucionar el
problema.
Por ejemplo, si su queja fue por un
producto defectuoso, podrías decirle que se lo vas a cambiar por uno nuevo o
que le vas a devolver su dinero, si fue por un trabajo o servicio por el que no
quedó satisfecho, podrías decirle que se lo vas a volver a hacer, y si fue por
una mala atención por parte de uno de tus trabajadores, podrías decirle que vas
a hacer las investigaciones del caso.
En caso de que el cliente se muestre
insatisfecho con tu propuesta de solución, podrías optar por preguntarle cómo
es que él quisiera que resolvieras el problema, y si te pide otra solución,
procura en lo posible satisfacerlo y aceptar lo que te pida.
6. Resuelve el problema
Una vez que le has comunicado al cliente
las medidas inmediatas que vas a tomar para solucionar el problema, procede a
hacerlas efectivas.
Por ejemplo, procede a cambiarle un
producto, a devolverle su dinero, a hacerle nuevamente un trabajo o servicio, o
a hacer las investigaciones internas sobre un trabajador que supuestamente lo atendió
mal (por ejemplo, consultando con sus superiores, investigando si antes han
habido otras quejas sobre él, poniéndole una mayor supervisión, etc.).
En caso de que se trate de un problema que
tome tiempo en resolver, podrías optar por comunicarle al cliente que ya has
empezado con las gestiones necesarias para resolverlo y que te estarás
comunicando con él tan pronto como te sea posible.
7. Ofrece “algo más”
Una vez que has resuelto el problema,
ofrécele “algo más” al cliente como compensación por su tiempo perdido y por
las molestias que pudo haber tenido.
Por ejemplo, si su queja fue por un
producto defectuoso, una vez que se lo has cambiado por uno nuevo, podrías
optar por brindarle un bono de descuento para su próxima compra, o si su queja
fue por un trabajo o servicio por el que no quedó satisfecho, una vez que se lo
has vuelto a hacer, podrías optar por no cobrárselo y además ofrecerle un
trabajo o servicio adicional de manera gratuita.
Ofrecer “algo más” te permitirá ir más allá
de las expectativas del cliente, lo que muy probablemente hará que recuerde tu
proceder mucho más que el problema original y que, además, se lleve una buena
impresión de ti más de la que podría haberse llevado si es que no hubiera
habido complicación alguna.
8. Haz seguimiento
Finalmente, una vez que le has ofrecido
“algo más” al cliente, hazle seguimiento a su caso para asegurarte de que esta
vez sí haya quedado satisfecho y que el problema no se vuelva a repetir.
Por ejemplo, si su queja fue por un
producto defectuoso, una vez que se lo has cambiado por uno nuevo y le has
ofrecido no cobrárselo, llámalo por teléfono para preguntarle si esta vez sí ha
quedado satisfecho, o si su queja fue por una mala atención, una vez que te has
asegurado de que sea bien atendido y le has ofrecido una compensación por el
mal rato pasado, ponle un mayor control a tus trabajadores para asegurarte de
que no vuelvan a cometer el mismo error.
Hacer seguimiento te permitirá asegurarte
de que el problema se haya resuelto y no se vuelva a repetir, seguir
demostrando tu interés por el cliente, y tener la oportunidad de mantener
comunicación con él, y así, por ejemplo, poder ofrecerle nuevos productos o
servicios que podrían ser de su interés.
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