En LinkedIn te encontrarás otra fauna de seguidores y de gente a la que
puedes seguir:
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El conector. Te acerca a otros contactos a través de sus conexiones y cuenta con seguidores
de calidad que aportan cosas nuevas.
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El profesional. Se convierte en icono de su área de influencia por su profesionalidad y
saber hacer.
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El comunicativo. Hace de esta red un espacio en el que se comparte, debate y aporta.
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El publicador. Suma valor a la red a través de sus publicaciones en Pulse.
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Contactos neutros. Entre ellos se encuentra el "estoy por estar", que se da de alta
pero ni genera contenido ni se interrelaciona con nadie; el
"asustadizo", que comparte pero jamás promueve conversación ni
responde; y el "inseguro", que aparece y desaparece. La mayoría de
ellos actúa como mero observador y no conoce muy bien cómo funciona la red.
Simplemente se limita a echar un vistazo a los perfiles de los demás.
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El oportunista. Es aquel que utiliza su cuenta sólo en un momento determinado, sobre todo,
cuando se encuentran en plena búsqueda de empleo o necesita contactar con un
experto en concreto.
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El vendedor a puerta fría. Es el que intenta conectarse con todo el mundo para venderle algo
inmediatamente. Aprovecha tus datos para pasar al contacto "real"
mediante una llamada telefónica.
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Buscador de recomendaciones. Pretende que le escribas una recomendación en su perfil aunque no le
conozcas de nada. Para hacértelo más fácil, algunos te dicen que ellos mismos
te la escriben.
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El tertuliano. Se apunta a todos los foros y participa como si no hubiese un mañana.
Esta técnica es utilizada para aparecer en el radar de quienes cree que pueden
tomar decisiones pero no le admiten como parte de su red.
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El okupa. En las escuelas de negocios y en los cursos de búsqueda de empleo se ha
extendido la idea de que hay que estar en LinkedIn, así que una gran parte de
usuarios pertenece a esta categoría. Normalmente sólo entran una vez, cuando
crean el perfil.
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El caradura. Le aceptas y en el siguiente email te pide algo, aún sin
conocerte.
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El mal comercial. Confunde la velocidad con el tocino. Vender servicios no es atacar tras la
aceptación de una invitación.
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El 'listillo'. Sin conocerte te pide validaciones de aptitudes y recomendaciones.
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El que va por libre. No es raro encontrarse con contactos que no paran de subir a la plataforma
imágenes con frases motivadoras o con problemas de lógica, algo que no termina
de encajar con el espíritu de esta red.
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