Si una persona tarda una
hora en realizar una tarea, ¿cuánto tardarían dos? La respuesta matemática
sería: “30 minutos”. Pero cuando se trabaja en equipo, los
esfuerzos de los miembros se potencian, disminuyendo el tiempo de acción y
aumentando la eficacia de los resultados.
Esta forma de trabajar,
en la que todos los participantes son responsables de las metas, es la más
asertiva para cualquier tipo de organización. Esto no sólo porque es más fácil
cumplir con los objetivos; sino también porque es la mejor manera de retener
talento y fomentar un clima laboral envidiable.
1. Construye confianza. La confianza es el
elemento principal del trabajo en equipo. Impulsa un ambiente donde todos los
participantes conozcan las habilidades de los demás, entiendan sus roles y
sepan cómo ayudarse mutuamente.
2. Establece objetivos
comunes. Para que tus empleados trabajen en equipo deben perseguir las mismas metas.
Por ello, es importante que comuniques la misión de la empresa de manera
uniforme y que definas cómo cada miembro y departamento puede contribuir a
cumplirla.
3. Crea un sentido de
pertenencia. Los seres humanos necesitamos sentirnos parte de algo; por eso, el factor
más poderoso en la creación de equipos es el desarrollo de una identidad común.
4. Involucra a tu gente
en las decisiones. Nada afecta más un trabajo en equipo que el hecho de
que las decisiones sean tomadas por un líder autócrata. Para evitarlo, impulsa
la generación de ideas, abre tu mente y motiva a cada empleado a compartir su
opinión
5. Haz que haya un
entendimiento entre las partes. Es muy fácil criticar o subestimar el
trabajo de los demás cuando uno no lo conoce o no lo ha ejecutado. Para crear
empatía entre tus trabajadores, realiza ejercicios de rotación entre áreas. Así
cada miembro sabrá en qué consiste la labor del otro y cómo puede contribuir a
hacerlo mejor.
6. Motiva la
responsabilidad y el compromiso mutuo. Cuando una persona es parte de un
equipo, sabe que los logros o fracasos son responsabilidad de todos y cada uno
de los miembros. No fomentes la mentalidad de “éste no es mi problema”; haz que
los problemas y los aciertos sean compartidos.
7. Impulsa la
comunicación. La única manera de que todos los miembros trabajen como una orquesta es que
existan los canales de comunicación adecuados. Los verdaderos equipos se
escuchan y retroalimentan. Están dispuestos a cambiar de opinión y a crear
estrategias en conjunto.
8. Aprovecha la
diversidad. Un equipo de trabajo homogéneo puede operar con eficiencia pero sin mucha
innovación. Al momento de crear tus equipos procura que haya personalidades e
intereses distintos, pero que se compartan valores y un compromiso con la
empresa.
9. Celebra los éxitos
grupales. Aunque es importante también reconocer el trabajo individual, es clave que
las recompensas se den por resultados en equipo. Cuando algo sale bien, reúne a
todos los implicados y agradéceles su trabajo. Procura destacar el papel de
cada uno, pero celebrar el resultado grupal.
Trabajan en equipo si…
- Toman decisiones
grupales. Aunque en un principio no todos estén de acuerdo, tienen la habilidad
para llegar a un consenso e idear formas de que se suban al barco.
- Sostienen reuniones productivas. Después de cada junta, los asistentes saben bien qué pasos seguir y sienten que su presencia fue esencial. Durante las reuniones se generan nuevas ideas y estrategias para crecer la empresa.
- Se fomenta la creatividad y la innovación. Cuando todos los miembros saben qué hacer y conocen su impacto en la empresa, se producen nuevas ideas e innovaciones que permiten el crecimiento.
- Se escuchan. Todos están en la misma página y cuando surge un problema están dispuestos a apoyar. Además, escuchan activamente las opiniones de los demás y ayudan a ofrecer soluciones.
- Sostienen reuniones productivas. Después de cada junta, los asistentes saben bien qué pasos seguir y sienten que su presencia fue esencial. Durante las reuniones se generan nuevas ideas y estrategias para crecer la empresa.
- Se fomenta la creatividad y la innovación. Cuando todos los miembros saben qué hacer y conocen su impacto en la empresa, se producen nuevas ideas e innovaciones que permiten el crecimiento.
- Se escuchan. Todos están en la misma página y cuando surge un problema están dispuestos a apoyar. Además, escuchan activamente las opiniones de los demás y ayudan a ofrecer soluciones.
No trabajan en equipo
si…
- Tú tomas todas las
decisiones.
- Cada área se preocupa por sus propias metas y culpan a los demás de no alcanzarlas.
- No se conocen o comunican continuamente entre ellos.
- Existe una competencia (no “sana”) entre áreas o individuos.
- No confían en los demás miembros o existe una falta de respeto hacia su trabajo.
- Hablas como “yo” y no como “nosotros”.
- Cada área se preocupa por sus propias metas y culpan a los demás de no alcanzarlas.
- No se conocen o comunican continuamente entre ellos.
- Existe una competencia (no “sana”) entre áreas o individuos.
- No confían en los demás miembros o existe una falta de respeto hacia su trabajo.
- Hablas como “yo” y no como “nosotros”.
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