La entrevista de trabajo es la mejor oportunidad que tiene
un candidato para mostrar su talento al entrevistador y, por eso, es
determinante generar una buena primera impresión. Un factor clave es la
comunicación que empleamos; tanto lo que decimos, como el cómo lo decimos, muestra
nuestra personalidad al entrevistador.
Para triunfar en la entrevista y conseguir el puesto de trabajo al
que se aspira, es fundamental preparar con anterioridad algunas de las
preguntas, con el fin de tener más seguridad. Sin embargo, no sólo hay que pensar
estas respuestas, sino que también es muy importante tener un buen
lenguaje corporal y destacar sobre el resto de los candidatos. Por
ello, para evitar ser descartados de un proceso de selección, os damos nueve
consejos para tener un buen lenguaje corporal en una entrevista:
1. Para reforzar la primera impresión, hay que saludar dando
la mano de forma apropiada y, para ello, hay que saber estrecharla de
forma adecuada. Cuando llegue el momento de dar la mano al entrevistador,
mírale a los ojos y sonríe, ya que así se proyecta entusiasmo e interés.
2. Al sentarse es importante mantenerse recto. Una buena
postura refleja una mayor confianza en ti mismo y una mejor predisposición para
escuchar a la otra persona. Trata de sentarte cerca del borde de la
silla para demostrar interés a tu entrevistador. Además, recuerda que
no es recomendable recostarse hacia atrás en la silla.
3. Usa tus manos sin caer en el exceso. Simplemente para enfatizar
los aspectos y puntos clave que quieres comunicar.
4. Sonríe. La sonrisa es fundamental en nuestro lenguaje
corporal para mostrar cercanía, siempre que se muestre de una forma
sincera.
5. Expón tus ideas con naturalidad y confianza, manteniendo el
contacto visual con el entrevistador. Controla la velocidad de tu exposición,
que no sea demasiado rápida. Utiliza tu rostro para acompañar lo que dices con
tus palabras.
6. Identifica claves culturales. Estamos en un mundo cada vez más
global y es posible que tu entrevistador sea extranjero, observa y enfoca tus
mensajes con empatía, ajustando tu discurso si es necesario, y mostrando
flexibilidad.
7. Evita y controla tus tics nerviosos. Antes de una entrevista de
trabajo es imposible no estar nervioso y, a veces, se tienen descuidos en este
aspecto y se juega con un boli, con un anillo o con un papel. Identifica los
tics y contrólalos para evitar que el entrevistador se dé cuenta y desvíe su
atención hacia ellos, perdiendo el hilo de las cosas relevantes que le estás
contando de tu trayectoria profesional.
8. Transmite apertura y simpatía con tu lenguaje no verbal. Piensa
que el entrevistador busca a un profesional que sea capaz de trabajar en equipo
y relacionarse bien con los compañeros sin generar conflictos.
9. Y lo más importante: sé tú mismo para que puedan valorar todo tu talento.
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